domingo, 16 de septiembre de 2012

JUAN ANTONIO



Es increíble pero casi ha pasado un año desde que publiqué algo en este espacio, no hay algún motivo en específico para haberme alejado tanto de aquí, supongo que solo no tenía nada que decir, aunque han pasado muchísimas cosas interesantes, bueno, ya los iré actualizando de a poco.

Al momento de escribir esto me entristece ver que el motivo por el que vuelvo es la muerte de un gran amigo mío, Juan Antonio Serrano. Sí, un gran amigo, aunque las veces que nos vimos fueron contadas no necesitamos más para conectarnos siempre y estar en el mismo canal como dice la canción de Mortero.
Lo conocí hace muchos años, más de diez creo yo, por ese entonces andábamos promocionando con mi banda Mamá Vudú, nuestro disco Aeroclub, uno de los discos que más he disfrutado hacer y al que la gente lo aprendió a querer con lo años. En fin, recuerdo que estábamos en Ambato y se acercaba el cumpleaños del Diego Lara, amigo cercano a la banda durante todo este tiempo.
Diego nos venía proponiendo hacer una tocada acústica en su casa hace algún rato y bueno al fin accedimos. El íntimo concierto sería un sábado y el día anterior, viernes, llegaba Juan Antonio de visita a la ciudad.

Nos vimos ese día, junto al Edgar y algunos amigos más y nos emborrachámos como buenos ambateños que somos, conversamos de toda la vida y nos caímos bien al instante, tan bien que nos fuimos hasta el domingo sin parar. Recuerdo entre sueños ver llegar al Álvaro y al Mauricio de Quito para ensayar todo el sábado un repertorio improvisado con el cual entretener al reducido grupo de amigos que caerían a la casa del Diego. Sonó de todo, muchos temas nuestros y muchos covers, por ahí algo de Radiohead, The Smiths, R.E.M. entre los que me acuerdo.

Estuvimos conectados y desconectados con el pasar de los años, por ahí nos veo en la casa de sus padres en Cuenca, en el barrio El Dorado de Quito, en mi casa, haciéndonos fotos en nuestro antiguo cuarto de ensayos, en la Feria del Libro, en muchos lugares. Siempre alegres, planeando muchas cosas, muchos proyectos.

La última vez que lo ví fue hace poco en El Pobre Diablo, conocido bar de Quito, donde la Denisse, el Franz y yo armábamos una nueva tocada para Mundos, mi nuevo proyecto musical. Conversamos un ratito nada más, nos reclamamos como siempre no vernos más seguido y quedamos en intercambiar nuestros últimos libros. Nos los debemos Juan!

El día que me enteré de su muerte no podia creerlo, hasta ahora no puedo hacerlo. Me senté en la sala de mi casa, me serví un ron y me puse a escuchar música, mucha música y muchos rones.

No sé como funciona la vida, como es la elección del que se va y el que se queda, creo que es algo que nadie entiende, en todo caso sé que no se necesita conocer a alguien de siempre para saber que es tu hermano, tu broder, tu yunta. Eso es el Juan para mi.

Ahí nos vemos ñaño, aún tenemos muchos proyectos por hacer.

No hay comentarios: