Tom Waits (Pomona, California, 1949) sin duda alguna es uno de los músicos (vivos) más respetados en la actualidad, su legado musical es gigantesco y su creatividad no tiene límites, ha venido reinventándose disco tras disco, desde su debut con Closing Time (1973) haste Glitter and Doom live (2009)
Tuve acceso a él cuando tenía alrededor de 21 años, o sea lo conocí ya tarde para todo lo que él había hecho, en mi defensa debo decir que su música no es facil de conseguir (y aquí menos), antes llegaba uno que otro disco a algunas tiendas especializadas, ahora con el negocio discográfico casi en banca rota ni pensarlo, así que las opciones son bajarte su música gratuitamente (el que menos me convence), comprarla en iTunes o mandarte a traer sus discos con algún pariente que esté por el exterior.
En este punto vale la pena aclarar que no tengo nada en contra de la piratería, ahí cada quién con su razón, pero definitivamente el comprar un disco, ver su empaque, su diseño, leer los créditos y saber quién tanto intervino en su realización, encontrarse con las letras…eso no tiene precio.
Volviendo al tema me animé a escribir sobre Waits ya que hace un par de meses conseguí su biografía, escrita pulcramente por Barney Hoskyns reconocido crítico musical que ha colaborado con revistas como Rolling Stone, Q Magazine, Spin entre otras.
Es un libro que vale la pena leer, incluso para los que no conozcan mucho sobre este increíble músico-actor-escritor, yo personalmente no me considero un erudito en su campo, pero su voz (cuando canta o cuando aúlla), sus raras melodías, su forma de hacer canciones tiene un encanto especial que te hace engancharte a la primera escucha.
Por ahí se encontrarán anécdotas como una pelea (a puño limpio) que mantuvo con el desaparecido y magistral John Belushi en el baño de un bar o como Waits afirma entre sus influencias, para crear el personaje del cual no podría desahecerse nunca más, al genial Mario Moreno “Cantinflas”
Con el título La Coz Cantante se abre la biografía nada fácil de hacer sobre este prolífico artista, que mantiene a pan y agua a la prensa especializada, dándoles solo unos pequeños sorbos para que puedan saciar su sed más inmediata y guardándose para él el resto de la fuente. Aún así Hoskyns indaga lo suficiente para que uno pueda adentrarse a fondo en ese enigmático mundo Waits/Brennan (Kathleen Brennan, esposa del cantante por más de 30 años y responsable de mantenerlo alejado de la prensa…y el alcohol), ese mundo de circo desolado, donde desfilan toda clase de cíclopes, enanos y mujeres barbudas.
Vale la pena adquirir el libro y mejor aún sus discos, aquí les recomiendo algunos:
Swordfishtrombones (1983)
Mule Variations (1999)
Alice (2002)
2 comentarios:
Tom Waits debería ser una materia obligatoria para cualquiera interesado en la música y el arte en general. Excelente reseña.
Siempre paso por el otro lado a mirar, pero el tiempo se me ha echo cortito este último tiempo, que grato este lugar, vamos a curiosear y así tengo doble escusa para venir, un besito.
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